El glutatión (GSH) es una molécula fundamental para el mantenimiento del equilibrio antioxidante y para ayudar a proteger las células del estrés oxidativo. El GSH también promueve el funcionamiento óptimo de las vías de desintoxicación, ayudando a desintoxicar y eliminar toxinas y otras sustancias nocivas del cuerpo.
Beneficios del glutatión
Cabe señalar que el GSH se produce de forma endógena, pero el cuerpo puede requerir mayores cantidades durante el proceso de envejecimiento o durante períodos de mayor carga tóxica y estrés oxidativo. Las deficiencias de glutatión se han relacionado con ciertas enfermedades crónicas y relacionadas con la edad y enfermedades vinculadas a la disfunción celular y mitocondrial.
Sin ir más lejos, estas enfermedades se han asociado con reducciones en los niveles de GSH: diabetes mellitus tipo 2, hipertensión, deterioro cognitivo, enfermedad hepática crónica, fibrosis quística y afecciones neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson, entre otras.
Por otra parte, el glutatión es una molécula que favorece la cognición y el sistema nervioso central en condiciones normales. Aproximadamente entre el 10% y el 20% del GSH se ubica en las mitocondrias de las células neuronales. Por lo tanto, los cambios relacionados con la edad en la función cognitiva y la salud neuronal se han asociado con el daño oxidativo.
Concretamente, la estructura tripeptídica del GSH interactúa con los receptores de glutamato en el sistema nervioso. Los niveles reducidos de glutatión también se han asociado con la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, el trastorno bipolar, la esquizofrenia y la esclerosis múltiple. La evidencia preclínica sugiere que la suplementación con glutatión puede favorecer la cognición y el envejecimiento saludable al promover el estado antioxidante y otras vías bioquímicas. Se ha demostrado que el GSH favorece la síntesis y reparación del ADN, la señalización del calcio, la maduración de la mielina, la apoptosis, la diferenciación neuronal y la comunicación celular.
La acción antioxidante del glutatión
Estamos ante un componente natural que contribuye a mejorar la salud celular y la desintoxicación normal del organismo. El GSH ayuda a favorecer la conversión hepática y la excreción de toxinas, incluidos los contaminantes orgánicos persistentes y los metales pesados como el mercurio. Un estudio de laboratorio informó que el glutatión puede actuar como un quelante de metales como el plomo.
En el caso del mercurio inorgánico, este daña los riñones a través de muchas vías, incluida la inducción del estrés oxidativo y la apoptosis. El mercurio tiene una afinidad particular por los grupos sulfhidrilo y puede excretarse del cuerpo como un conjugado de glutatión. Se ha demostrado que los polimorfismos de un solo nucleótido (SNP) en los genes relacionados con el glutatión ayudan a modular los niveles de glutatión y potencialmente ayudan a regular las toxicidades relacionadas con el mercurio en personas con exposición ocupacional.
El GSH también puede favorecer la salud del hígado. Un estudio piloto abierto multicéntrico investigó la eficacia de la suplementación con GSH en 34 personas con enfermedad del hígado graso no alcohólico. Los participantes primero participaron en una intervención de dieta y estilo de vida de 3 meses de duración. A esto le siguió un período de 4 meses de suplementación diaria con 300 mg de GSH. Se evaluaron biomarcadores asociados con la salud hepática, como la alanina aminotransferasa (ALT) y los triglicéridos, antes y después de la administración de glutatión. Se observaron mejoras en los ácidos grasos no esterificados, los triglicéridos, los niveles de ferritina y mejoras estadísticamente significativas en la ALT.
Por último, aunque se necesitan más estudios antes de poder sacar conclusiones clínicas, el glutatión puede ayudar a mantener el estado antioxidante y la función celular. Además, la suplementación a base de glutatión contribuye al mantenimiento regular de la función cognitiva y promueve el envejecimiento saludable.
Referencias
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