La manteca de karité se conoce como un valioso ingrediente acondicionador y reparador tanto de la piel y como del cabello. Durante los últimos años su popularidad ha ido en aumento gracias a los diferentes estudios que han revelado sus altos beneficios para la salud cutánea.
La manteca de karité es la compleja grasa natural extraída de las nueces del árbol del Karité (Butyrospermum parkii). Este árbol (Butyrospermum parkii) también se conoce con otros nombres como Karite, Vitellaria Paradoxa o Galam Butter. Es un árbol que crecen en la sabana de África occidental, que no florece antes de los 20 años y puede llegar a vivir hasta 200 años. Se considera sagrado gracias a los beneficios que puede aportar a la piel, cabello, belleza y salud.
Propiedades de la Manteca de Karité
La Manteca de Karité pura actúa como un agente acondicionador de la piel y aumento de la viscosidad o espesor. Además, cabe destacar, que su función como acondicionador dérmico es doble: en primer lugar, ayuda a retener la humedad de la piel y disminuye la pérdida de agua formando una barrera invisible en la superficie de la piel; y en segundo lugar, también actúa evitando y reduciendo la apariencia de manchas ásperas y escamas secas en la piel.
A menudo la manteca de karité se utiliza como crema hidratante gracias a sus altos contenidos en grasas insaponificables que, a diferencia de otros aceites graso, no se convierte en jabón cuando se encuentra en presencia de un álcali potente, por lo que conserva su capacidad humectante.
Además, los agentes hidratantes que se encuentran en la manteca de karité son muy parecidos a los que producen las glándulas sebáceas de la piel humana. De hecho, gracias a que su estructura y función se asemejan a la del contenido de lípidos de la piel, la manteca de karité se considera un factor de hidratación natural.
Como tal ayuda a mantener intacta la estructura intercelular de la epidermis, mantiene eficazmente las bacterias alejadas, facilita el proceso de curación de la piel, previene la irritación dérmica y regenera la piel. Es particularmente útil para aquellos que buscan mejorar la apariencia de la piel seca, o para combatir el clima frío del invierno.
También funciona como un antiinflamatorio, que ayuda a calmar la piel irritada o quemada por el sol. Una de sus principales propiedades es su capacidad para absorber naturalmente los rayos UVB y proteger la piel del sol. Además, cuenta con propiedades antioxidantes tan potentes como las del té verde y la aceituna. Se puede encontrar butyrospermum parkii o la manteca de karité en una gran variedad de productos cosméticos como lociones corporales, cremas hidratantes faciales, bálsamos para el cabello, jabón, crema para el contorno de ojos, protectores solares y cremas de manos entre otros.
En África, uno de los principales usos de la manteca de karité es como aceite de cocina. Además de los ácidos grasos, la manteca de karité contiene fitoesteroles que tienen propiedades para reducir el colesterol. Puede utilizarse como sustituto de la manteca de cacao.
Contraindicaciones de la manteca de karité
Como la mayoría de los ingredientes botánicos que se elaboran ecológicamente, la manteca de karité se considera generalmente un ingrediente suave y seguro para su uso tópico sobre la piel. Cabe destacar que las personas alérgicas a las nueces deben extremar las precauciones ya que se elabora a partir de la nuez del árbol. Debido a ello, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) exige tanto a todos los alimentos como cosméticos el correcto etiquetado para evitar daños.