La calendula officinalis, también conocida como «caléndula», es una planta de la familia Asteraceae que es originaria de la región mediterránea de Europa, aunque ahora se puede encontrar en todo el mundo. Las plantas de caléndula destacan con pétalos brillantes, generalmente de color amarillo o naranja, que crecen menos de 1 metro de altura. Sus pétalos estrechos se describen como una forma de rayo de sol. Además de ser una herramienta culinaria, la caléndula es más conocida por sus usos medicinales.
La flor es ampliamente utilizada como planta medicinal cuyas propiedades antibacterianas, antifúngicas y antiinflamatorias la convierten en un ingrediente fuerte para la curación. Además de usar pétalos enteros, las flores de caléndula se pueden moler en polvo o en aceites, cremas y ungüentos.
La FDA ha aprobado la caléndula para su uso como especia y como ingrediente en cosméticos, jabones y champús, cremas corporales y tratamiento de heridas, tanto interna como tópicamente.
3 BENEFICIOS PARA LA SALUD DE CALENDULA
La caléndula es conocida por sus diversos beneficios de jardinería, culinarios y médicos de los cuales destaca:
1. Hidrata y nutre la piel seca
La caléndula se puede usar para aliviar muchos tipos de afecciones de la piel que pueden causar áreas secas, con picazón o irritadas. Alivia la piel que muestra síntomas de eccema, dermatitis y caspa. Al promover la producción de colágeno, una proteína esencial para la piel radiante, la caléndula ayuda a mantener la piel calmada e hidratada.
Además, gracias a su alta tolerabilidad es un producto ideal para las pieles sensibles. ¿Y quién tiene la piel más sensible o delicada que los bebés? Los padres tienden a tener cuidado al aplicar productos a las erupciones o irritaciones de sus bebés.
Sin embargo, la caléndula es tan segura y efectiva que aparece en muchos productos para bebés. Como opción de remedio natural, a menudo se prefiere para la prevención y el tratamiento de las erupciones e irritaciones que experimentan los bebés, como la dermatitis del pañal y la cuna.
2. Tratamiento de heridas
La caléndula se conoce principalmente como una planta curativa debido a sus habilidades calmantes. Aunque es una hierba suave, los efectos curativos derivados de los pétalos de la caléndula son muy poderosos, por lo que es imprescindible en el botiquín.
Es beneficioso para cualquier curación de heridas que se pueda necesitar, incluyendo picaduras de insectos, contusiones, ampollas, cortes y herpes labial. La aplicación tópica de la caléndula se usa para mantener las heridas limpias y ayudar a que crezca tejido nuevo. A menudo se usa para ayudar a curar las heridas, aquellas que muestran signos de sensibilidad, enrojecimiento o inflamación.
La hierba curativa también es efectiva en el tratamiento de quemaduras leves, incluidas las quemaduras solares.
Por otro lado, cuenta con propiedades antioxidantes que ayuda a proteger la piel de los rayos ultravioletas y, en consecuencia, puede incluirse en las fórmulas de protección solar para la atención preventiva.
Se puede aplicar crema de caléndula, ungüento o bálsamo curativo a las heridas para reducir la hinchazón y sus componentes antimicrobianos, específicamente sus agentes antimicóticos, pueden prevenir una infección secundaria, lo que lleva a un proceso de curación más rápido.
3. Ayuda con el sistema digestivo e inmune
Al igual que la caléndula tópica puede remediar heridas y quemaduras externas, también alivia las heridas y quemaduras internas como úlceras, acidez estomacal o síndrome del intestino irritable. Tiene un efecto protector para el estómago que mejora la digestión reparando la pared intestinal mientras alivia las molestias.
Se puede recurrir a la capacidad vulneraria de la caléndula para mejorar la infección sobrante causada por una gripe o un resfriado. Se ha demostrado que la caléndula fortalece la capacidad del sistema inmunitario para combatir infecciones. Esto probablemente se deba al hecho de que la caléndula es antimicrobiana, lo que significa que ralentiza o mata la infección para evitar que se propague.